Como repetimos a menudo en nuestros posts, para poder afrontar una operación de extinción y evacuación en un incendio, resulta fundamental tener un profundo conocimiento del fuego. Por ello hemos elaborado artículos en los que hablamos de los tipos de fuego y agentes extintores, su comportamiento y los elementos que son necesarios para que se produzca uno. En este te explicamos cuáles son las fases del fuego y qué se puede esperar que ocurra en cada una de ellas.

Las tres fases del fuego en un edificio o centro de trabajo

Por supuesto, cada incendio tiene unas características distintas, en función del combustible y el comburente que entren en juego, así como las condiciones del entorno en el que se ha desencadenado. Pero de manera general, podemos hablar de tres fases del fuego, cuando el incendio se produce en un edificio o en las instalaciones de un centro de trabajo.

Fase inicial o incipiente

Es la primera de las tres fases del fuego, en la que se generan abundantes gases por la gran presencia de oxígeno en el ambiente. Esos gases pueden ser vapor de agua, monóxido de carbono, dióxido de carbono, dióxido de azufre, etc. En cambio, si bien la llama puede tener una temperatura superior a los 500ºC, el ambiente aún no está especialmente caldeado.

Fase de combustión libre

En esta segunda fase, el ambiente aún es rico en oxígeno produciendo abundantes llamas. El ambiente, además, ya es extremadamente caliente, superando en muchos casos los 700ºC, sobre todo en las zonas altas, hacia donde se dirige el aire caliente. De ahí la importancia de moverse siempre por las áreas bajas y usar sistemas de protección respiratoria para evitar la inhalación no solo de gases, sino también del aire caliente, que puede dañar gravemente los pulmones.

Fase latente

En esta última fase, el entorno ya es pobre en oxígeno, de modo que el fuego carece de la alimentación necesaria para proseguir. Sin embargo, no se puede decir que el peligro haya pasado, ni mucho menos: el ambiente sigue estando extremadamente caliente y los restos de los materiales calcinados siguen estando en estado candente, a una altísima temperatura también. Eso no solo mantiene el riesgo por quemaduras, sino también por otro potencialmente más destructivo en el caso de que el espacio vuelva a recibir oxígeno: una nueva combustión o, cuando menos, una nueva generación de gases y humo.

Fases del fuego en un incendio forestal

En los anteriores apartados hemos descrito cuáles son las fases del fuego en un espacio relativamente cerrado, como puede ser un edificio o las instalaciones de un centro de trabajo. Sin embargo, no conviene confundir esas fases con las de un incendio forestal, que tiene sus propias características, sobre todo por tratarse de un fuego en un espacio abierto y, por tanto, con continuo aporte de oxígeno. 

Aunque las labores de extinción de este tipo fuego quedan a cargo de los bomberos públicos, no está de más mencionar sus propias fases para familiarizarse con ellas:

  • Incendio activo: rápida propagación del fuego, que está fuera de control
  • Incendio estabilizado: el fuego no está controlado pero evoluciona dentro del pronóstico esperado
  • Incendio controlado: el fuego no avanza ni se propaga, y solo arde dentro del área delimitada por los bomberos
  • Incendio extinguido: los materiales de ignición se han apagado y no se espera su reavivación

En definitiva: cada incendio tiene sus propias características y conviene analizarlas de manera racional para saber cómo intervenir. Y en ese análisis, saber cuáles son las fases del fuego resulta clave, de modo que es un tema presente en nuestros cursos de extinción, con parte teórica y práctica.