Hacer fuego en casa es siempre una acción que entraña peligro, por muy pequeño que sea éste, puesto que el hogar cuenta con numerosos objetos inflamables, carece de un plan específico contra incendios como el de los edificios públicos y presenta otros condicionantes que podrían agravar cualquier incidente ocasionado por las llamas. Por ello, en este post te contamos cuáles son los principales riesgos del fuego, con el que intentamos mentalizarte del respeto que hay que tener siempre a este elemento y la precaución con la que debes actuar en todo momento cuando está presente en el hogar.
¿Cuáles son los principales riesgos del fuego en casa? Una lista
Para responder a la pregunta de cuáles son los principales riesgos del fuego en el ámbito del hogar, lo mejor que podemos hacer es enumerarlos brevemente a continuación. Retenlos en tu memoria cuando, por una razón u otra, tengas que encender una llama en tu casa.
Incendio
A cualquier persona, experta o no, que se le pregunte cuáles son los principales riesgos del fuego en el hogar, su primera respuesta será el incendio. Es el más evidente, pero no por ello hay que confiarse, pues éste se puede desencadenar con el mínimo descuido. Abandonar una sartén en una cocina de gas, iniciar incorrectamente una barbacoa, alimentar en exceso una chimenea o acercar peligrosamente un objeto a ésta pueden ser algunos comportamientos negligentes.
Quemaduras
La víctima de un fuego doméstico no sólo es la propia casa, sino también quienes viven en ella. En este sentido, las quemaduras son el riesgo principal, que pueden ser de diferente grado en función de su alcance: desde las de primer grado que afectan sólo a la piel a las de tercero, que producen daños en capas profundas de ésta.
Intoxicación
Como indicábamos en el post sobre tipos de fuego, la llama genera humo y libera gases a la superficie, lo cual representa un gran riesgo para la salud cuando se inhalan, pudiendo producir irritaciones de diferente gravedad en el interior del sistema respiratorio o incluso la muerte.
Explosión
Determinados objetos pueden explosionar cuando alcanzan temperaturas elevadas, a las cuales se llega mediante la aplicación de fuego. El ejemplo más común y cotidiano es el de una bombona de butano expuesta directamente a las llamas, al igual que las pequeñas botellas de gas utilizadas para usos muy diversos, como las cocinas de camping.
Daños estructurales
Si por desgracia se ha desatado un fuego en casa, tras su control y extinción conviene analizar cuáles han sido los daños a la estructura del edificio o a alguno de sus elementos, pues podrían haberse visto afectados y deteriorados. Por ejemplo, en aquellos casos en los que haya vigas o columnas de madera, pues una afectación grave a estos elementos podría ocasionar el derrumbe parcial o total de la construcción.
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