Como explicábamos en un post anterior, hay diferentes tipos de trabajos en altura, que se suelen clasificar según el medio en el que se realizan. Esto es: andamios, tejados, escaleras de mano, plataformas elevadoras, verticales con cuerdas y en profundidad. Sin embargo, en este post te damos algunos ejemplos concretos de cada uno de ellos, que te ayudarán a entender mejor el concepto.

Trabajos en altura: ejemplos de cada caso

Los trabajos en alturas, que son todos aquellos que se realizan a 2 metros o más por encima del suelo, o que pueden generar caídas libres con ese desnivel, son mucho más comunes y variados de lo que se podría imaginar en un principio. Estos son sólo algunos ejemplos de ello.

Trabajos en andamios

Los andamios se pueden montar tanto para una gran obra de construcción como para una pequeña reparación. Por ello, en esta categoría de trabajos en alturas encajan intervenciones como pintar la fachada de un bloque de viviendas o la restauración de elementos de la misma, como cornisas, balcones, escudos labrados, etc. 

Trabajos en tejados y cubiertas

Son muy habituales en el sector de las obras y reformas. Un ejemplo habitual es el retejado de un chalet o una casa rural, que son estructuras donde el tejado inclinado a dos o cuatro aguas suele ser lo más común. Esta intervención consiste en cambiar las tejas viejas por otras nuevas, con las labores de impermeabilización y aislamiento necesarias. En este espacio elevado también se pueden llevar a cabo otros trabajos, como instalar o reparar una antena de televisión.

Trabajos con escalera de mano

Por lo general, son intervenciones rápidas, lo cual puede hacer olvidar al operario los riesgos que implican. Un ejemplo de estos trabajos es la instalación o reparación de un elemento eléctrico montado en la pared de una vivienda unifamiliar, como puede ser una alarma, un sensor de movimiento o una antena parabólica. 

Trabajos en plataformas elevadoras

Suelen ser trabajos en alturas exteriores por medio de camiones grúa o plataformas con brazo telescópico, que cuentan en su extremo con una cesta para alojar al operario. Es algo que se ve habitualmente en labores de poda de árboles en vías urbanas, pero también a la hora de montar el alumbrado ornamental en el periodo de Navidad, por ejemplo. Otros casos que se pueden citar son las reparaciones de grandes farolas o de carteles de señalización en autopistas.

Trabajos con cuerdas de acceso y posicionamiento

Son trabajos en alturas que también se llaman ‘verticales’, pues así es el movimiento ascendente y descendente que realizan los operarios para acceder al lugar de la intervención. Pueden quedar suspendidos en el aire en determinados momentos, por lo que el uso de arneses y otros elementos de sujeción son vitales. Así puede ocurrir en la limpieza de fachadas acristaladas, donde el montaje de un andamio es inviable. Mención especial merecen los trabajos del sector de telecomunicaciones, que se desarrollan en postes y torretas de gran altura: sus riesgos específicos van más allá de la caída y tienen que ver con el peligro de electrocución, por lo que se ofrece una formación específica para este puesto, como hace GEPCO Formación con este curso homologado

Trabajos en profundidad

Por último, en la categoría de trabajos en alturas también se incluyen aquellos que se desarrollan en profundidad, pues la caída libre que sufriría el operario podría superar los 2 metros. Así sucede, sobradamente, en las labores de inspección de pozos. Y lo mismo ocurre en el acceso a la red de alcantarillado. 

Para todos estos trabajos en alturas, GEPCO Working ofrece una formación completa por medio de los cursos en trabajos verticales y de altura, a lo que se añade el mencionado curso TELCO. Si deseas más información sobre el temario, la duración, el precio o los lugares donde los impartimos, puedes ponerte en contacto con nosotros.