Desarrollar actividades a una cierta distancia del suelo entraña riesgos potenciales para la salud del profesional, principalmente por la consecuencias de una eventual caída. En este post te contamos qué se considera trabajo en altura y te indicamos algunos ejemplos para que comprendas mejor el concepto. Para un conocimiento más profundo de la materia y, sobre todo, para prevenir adecuadamente los riesgos asociados de los trabajos en altura, puedes echar un vistazo a los cursos de formación que imparte GEPCO Formación .

Qué se considera trabajos en altura

2 metros. Esa es la medida de referencia para trabajos en altura. Por tanto, entran en esta categoría las actividades profesionales que se realizan cuando el plano de trabajo está situado a esa altura con respecto del suelo, o bien cuando se realizan en un pozo o excavación que podría generar una caída de 2 metros o más. 

Esto es fundamental para poder establecer medidas de protección para trabajadores, una cuestión que se ha desarrollado normativamente en el Real Decreto 2177/2004, y concretamente en sus anexos. Y en base a ello, se elaboran cursos de formación, mencionados en ese Real Decreto y en el Real Decreto 39/1997, sobre Reglamento de los Servicios de Prevención. 

Además, conviene recordar que hay una consideración especial hacia los trabajos verticales, que también implican intervenciones en altura y llevan asociados el riesgo de caída desde más de 1,5 metros, pero tienen una mayor complejidad, requiriendo el uso de cuerdas, anclajes y otros sistemas anticaída y de progresión.

Ejemplos de trabajos en altura

Para comprender qué se considera trabajos en altura, nada mejor que citar los principales ejemplos de espacios y equipamientos asociados a ello. Son los siguientes:

  • Andamios: son los más habituales y están relacionados con el sector de la construcción, ya sea para la edificación o para la restauración de fachadas, por ejemplo. Dada su complejidad estructural, en muchos casos es obligatorio que exista un plan de montaje elaborado por una persona con formación universitaria o técnico profesional habilitado para ello. GEPCO Formación también proporciona la formación necesaria para la construcción de estructuras de este tipo
  • Escaleras de mano: empleadas para acceder a farolas, instalaciones eléctricas, antenas parabólicas y otros elementos anclados a una pared. Especial atención requieren también las escaleras de tijera que, al no poder apoyarse en un paramento vertical, deberán contar con sistemas de seguridad que impidan su apertura total
  • Plataformas y cestas elevadoras: utilizadas para trabajos tan variados como la instalación de decoración callejera o la poda de árboles. Suelen contar con elementos de seguridad ya incorporados, como barandillas, pero ello no puede hacer que se baje la guardia en cuanto a la prevención de riesgos
  • Pilares, postes o torres: subirse directamente a estas estructuras es habitual en el sector de las telecomunicaciones, entrañando unos riesgos específicos. Precisamente por ello, GEPCO Formación ha elaborado un curso de prevención dirigido a los profesionales de este sector
  • Pozos, zanjas y aberturas: este entorno puede generar una falsa sensación de seguridad, por el hecho de estar trabajando al nivel del suelo, pero lo cierto es que también entraña riesgos importantes a tener en cuenta, que se pueden agravar por el potencial peligro de sepultamiento o anegación, por ejemplo
  • Tejados, cubiertas y planos inclinados: su complejidad radica en la imposibilidad de instalar andamios o elementos auxiliares como plataformas elevadoras. Por ello, se suele recurrir a elementos propios de los trabajos en altura, como líneas de vida, anclajes, etc.

Para más información sobre formación en todo lo que se considera trabajos en altura,

puedes consultar el catálogo de cursos de GEPCO Formación .